Masajes y deporte: ¿antes o después? La pregunta crucial

Imagen de Alora Griffiths.

La final de la Copa del Mundo es un acontecimiento tenso, en el que un empate conduce a la prórroga y, tras un breve descanso, a la tanda de penales. Cualquiera que haya observado de cerca la acción en los banquillos se habrá dado cuenta de que muchos jugadores reciben masajes del equipo de apoyo durante esta importante fase. ¿Tiene sentido? ¿Cuál es la finalidad de los masajes en el deporte profesional y aficionado y qué hay de la eterna discusión sobre si los masajes deben aplicarse antes o más bien después de la práctica deportiva? Vamos a aclarar y despejar este controvertido tema de una vez por todas, para que pueda apoyar positivamente su rendimiento en el deporte con masajes específicos. La primera pregunta que surge es para qué sirven los masajes en el deporte.

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Los efectos del masaje en el deporte

Desde un punto de vista puramente temporal, un masaje puede aplicarse en principio antes, durante o después de la sesión deportiva. De hecho, las tres variantes son admisibles y tienen sentido si se tiene en cuenta el objetivo perseguido en las respectivas fases y qué técnicas de masaje se van a utilizar. La aplicación más obvia de un tratamiento es la relajación de los músculos.
Contrarresta la tensión y los calambres. En el escenario anterior, ésta es también una de las varias razones para los masajes al margen. Tras un esfuerzo intenso de los músculos, existe el riesgo de sufrir calambres, que deben evitarse absolutamente durante el rendimiento exigido. Sin embargo, los calambres y el agotamiento de los músculos también están directamente relacionados con otro componente, el lactato.

Masajes deportivos contra el agotamiento de la musculatura

El término lactato suele resultar familiar en la investigación sobre la fatiga muscular y el entrenamiento. Se trata de un producto metabólico que se produce cuando el organismo necesita generar energía en el músculo. Por un lado, esto puede tener lugar bajo suministro de oxígeno o en fases de rendimiento intensivo mediante la conversión de azúcar en ácido láctico. El "producto de desecho" resultante es el lactato y se deposita en el músculo. Con un rendimiento continuo, se produce más lactato del que se puede descomponer y el músculo se cansa cada vez más. Aquí es exactamente donde un masaje puede volver a tener efecto. Al masajear las zonas musculares afectadas, se favorece parcialmente la eliminación del lactato, lo que significa que la fatiga aparece más tarde y las agujetas no son tan fuertes como lo serían sin tratamiento.

Masajes para aumentar la tensión muscular

Otra aplicación se observa especialmente bien en los deportes de invierno. Por ejemplo, es frecuente ver a corredores de esquí a los que el acompañante palpa los muslos inmediatamente antes de la salida. Hay dos razones principales para ello. Una es mantener la tensión muscular durante el tiempo de espera antes de la salida.
La segunda razón es la temperatura. Los golpecitos favorecen además la circulación sanguínea en la zona tratada y transportan así más sangre caliente a los músculos necesarios para la competición. Precaución: en deportes de ritmo rápido, hay que tener cuidado de no relajar la tensión muscular mediante masajes, ya que sería contraproducente y además podría aumentar el riesgo de lesiones.

El masaje después del deporte

Ya hemos conocido los casos en los que un masaje puede ser útil antes o incluso durante la práctica deportiva. Sin embargo, el masaje más habitual, que es especialmente relevante para los deportistas aficionados, debe realizarse después del rendimiento deportivo. Hay varias razones para ello, entre ellas el efecto promotor de la circulación. De este modo, llegan más nutrientes y oxígeno al músculo estresado. El tiempo de regeneración puede acortarse significativamente y el músculo está listo para la siguiente sesión de entrenamiento con mayor rapidez. La eliminación del lactato y el efecto relajante de un masaje deportivo también ayudan a estar listo para la acción antes.

Además de la regeneración muscular, el masaje también tiene aplicaciones terapéuticas en el deporte. Por ejemplo, puede ayudar en el proceso de curación de lesiones. En este caso, sin embargo, es esencial el asesoramiento de un profesional médico, ya que el masaje no es útil en todos los casos. Los músculos lesionados deben tratarse con extrema precaución y no deben someterse a esfuerzos adicionales.

Descansos entre masajes: ¿cuánto es razonable?

Regeneración es una buena palabra clave, porque los masajes tampoco deben utilizarse sin cuidado, sobre todo en el deporte. Básicamente, la frecuencia con la que debe someterse a un masaje depende de lo tenso o estresado que esté su cuerpo o sus músculos en general. Una buena regla general es un intervalo de 1 a 2 semanas con poco esfuerzo. Para los deportistas profesionales y con entrenamientos regulares e intensivos, dos o tres masajes por semana también pueden ser beneficiosos. Lo importante aquí es escuchar un poco a tu cuerpo y en ningún caso masajear por encima del dolor. Si quieres utilizar los masajes con más frecuencia, también puedes alternar entre distintas partes del cuerpo. En ningún caso los masajes deben forzar el cuerpo: la recuperación es el objetivo principal.

Dolor y masajes

Otro tema controvertido es el dolor durante los masajes. Por un lado, si un tratamiento debe o incluso tiene que ser doloroso, y por otro, qué pasa con los masajes sobre zonas doloridas y lesiones. Esto último debe consultarse con un médico. Como ya se ha dicho, existen masajes terapéuticos, pero sólo deben hacerse bajo consejo y orientación médica.

En cuanto al masaje en sí, a menudo se oye decir que "tiene que doler", de lo contrario no funciona. Ante todo, un masaje es para relajarse y es obvio que el dolor tiene poco lugar aquí. La mayoría de las veces, los tratamientos son dolorosos porque la tensión en las zonas afectadas es tan fuerte que parece necesaria una presión considerable para liberarla. Sin embargo, tiene más sentido aumentar simplemente la duración del tratamiento con una intensidad más débil. Los tratamientos más frecuentes ayudan a reducir la gravedad del endurecimiento y la tensión, que pueden eliminarse con masajes suaves. La regla aquí es: más paciencia que fuerza.

Masajes deportivos: el complemento ideal para un cuerpo en forma

No es casualidad que los masajes se hayan utilizado siempre en el deporte. No sólo la sensación agradable, sino también el efecto de apoyo durante la regeneración y la curación tienen un efecto positivo en el rendimiento de sus músculos. Si practicas deporte con regularidad o incluso profesionalmente, los masajes deportivos deberían formar parte de tu rutina diaria para sacar el máximo partido de tu entrenamiento y de ti mismo a largo plazo.